Después de haber hecho la visita a los museos de concepción, nos sentimos con la necesidad de visitar un museo que tuviera la real característica y rol de ser interactivo. Es por esto que con parte del grupo nos trasladamos a la ciudad de Santiago, para así, en un día, poder obtener un análisis del Museo Interactivo Mirador.
El museo a pesar de contar con basto personal tiene la idea de ser libre tanto en el recorrido del espacio como en el entendimiento y ejecución de las actividades. Así lo aprovechamos e intentamos vivir la experiencia de disfrutar el lugar, dejarnos guiar por los flujos, recorridos, texturas y espacios que el MIM nos sugería.
La primera observación que hicimos fue la forma de entregar la información: La exhibición no es nada sin la participación del usuario, es ahí cuando la muestra cobra vida y el museo funciona.
Espacialmente, entendemos por principal característica el ordenador que atraviesa el museo completo, siendo este, un eje que atraviesa todos los sub-espacios y busca generar un recorrido lúdico, teniendo como principal recurso la forma, la dirección de la materialidad y la luz. Así se aprecia en la lámina.
ENTREGA
A pesar de cumplir con las con el encargo y tener una entrega gráfica y completa, cometimos el error de obviar cualidades espaciales al momento de realizar nuestro discurso, enfocándonos en características funcionales del MIM y los museos anteriormente visitados.
De aquí en adelante es el espacio y los actos del usuario en él deben ser nuestros principales objetos de estudio.